HABILIDADES LINGUISTICAS
En lingüística, las teorías que se agrupan dentro de la gramática formal denominan competencia lingüística al
conjunto de conocimientos que permiten al hablante de una lengua el comprender
y producir una cantidad, potencialmente infinita, de oraciones gramaticalmente
correctas, con una cantidad finita de elementos. Además, ciertos enfoques que
se ubican en la gramática entienden que el término también debe incluir
cierto conocimiento acerca de la adecuación de un enunciado al contexto de situación en que se produce.
Para Howard Gardner la competencia lingüística es la inteligencia que parece compartida de manera más
universal y común en toda la especie humana. Considera que las médulas de tal
tipo de inteligencia son la fonología y la sintaxis, mientras que la semántica
y la pragmática se relacionan más con la Inteligencia lógica-matemática y
la Inteligencia interpersonal.
Define pues la competencia lingüística como aquella que permite procesar
información de un sistema de símbolos para reconocer la validez fonológica,
sintáctica o semántica en un acto de significación de esa lengua.1
Para
Joel Moroyoqui (2009), las competencias en el lenguaje son actuaciones en torno
a la identificación, interpretación, argumentación y abordaje de diversas
situaciones con base en el lenguaje, integrando el saber ser, el saber hacer y
el saber conocer.
Para
Chomsky, la competencia lingüística es la capacidad que tiene todo ser humano
de manera innata de poder hablar y crear mensajes que nunca antes había oído.
Esta competencia se centra en las operaciones gramaticales que tiene
interiorizadas el individuo y se activan según se desarrolle su capacidad
coloquial. Es decir, el lenguaje nace desde dentro del individuo y no desde lo
social como sostenía Saussure. El maestro lo que tiene que hacer es desarrollar
esta competencia lingüística en el alumno haciéndole que hable y enseñándole
vocabulario y no solamente gramática. La competencia lingüística se hace
realidad a través de reglas generativas que se relacionan con la gramática que
es saber organizarse y estructurarse.
Según
Rosa Ana Martín Vegas, la competencia lingüística es el buen conocimiento de la
lengua materna y/o de la lengua que sirve de comunicación, facilita la
comprensión de cualquier tipo de mensaje cifrado en esa misma lengua compartida
y, asimismo, favorece la capacidad de poder expresar cualquier contenido, idea
o pensamiento que se desee compartir.
El
Real Decreto 1513/2006 de 7 de diciembre (BOE, 8 de diciembre), por el que se
establecen las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria, señala como primera
competencia básica del currículo de la enseñanza Primaria “la competencia en
comunicación lingüística”. El desarrollo de esta competencia se justifica y
concreta en las siguientes actividades fundamentales para las relaciones
humanas (BOE 2006): 2
1) Comprensión de la realidad, comunicación oral y escrita, organización del pensamiento.
2)
Expresión de ideas, emociones, vivencias, opiniones, expresión oral y escrita,
diálogo y relación social.
3)
La conversación como medio de aprendizaje, de desarrollo personal y afectivo.
4)
La construcción de relaciones iguales; el lenguaje como motor para la
resolución de conflictos en la comunidad escolar.
5)
La interacción verbal y no verbal adaptada a cualquier contexto.
6)
La lectura y la escritura.
7)
El conocimiento reflexivo de la lengua para explorar todas las estrategias
expresivas que permitan una mejor interacción social.
8)
El dominio y la formalización de la lengua permiten el desarrollo de la capacidad
crítica y la capacidad empática para escuchar, entender y valorar las opiniones
diversas transmitidas en la conversación oral y en los textos escritos.
Ámbitos de la competencia lingüística:
-
Competencia lectora.
-
Competencia para hablar y escuchar.
-
Competencia en composición de textos.
-
Competencia plurilingüe y pluricultural
Competencia lectora: el fomento de la lectura en el aula debe ser algo primordial, a través de la lectura el individuo comprende y se relaciona en la sociedad. La mayor parte de las cosas que sabemos, las aprendemos a través de los libros.
Competencia para hablar y escuchar:
son dos conceptos imprescindibles en nuestra sociedad, debemos escuchar y
comprender, el ser humano necesita hablar para comunicarse, para relacionarse y
transmitir mensajes a través de su lengua. Los alumnos deben aprender a
comprender lo que escuchan y a expresarse correctamente para poder llegar a
establecer una buena comunicación.
Competencia en composición de textos: habilidad
para componer distintos textos de carácter escrito, transmitiendo un
conocimiento o satisfaciendo las necesidades personales y participando en la
vida social.
Competencia plurilingüe y pluricultural: en
la última década ha habido un aumento considerable de la diversidad
lingüística, hoy en día en una misma aula pueden existir varias culturas, esto
no debe ser un obstáculo para la enseñanza-aprendizaje, sino una oportunidad
para enriquecerse y conocer otras culturas y otras lenguas.
Actuación
en la Gramática Generativa
La
distinción que la Gramática generativa hace
entre competencia y actuación3 a veces se confunde con que la dicotomía que Ferdinand de Saussure formuló
entre lengua y habla. Es muy importante reconocer que estas
dos parejas de nociones no tienen ninguna relación entre sí, aunque muchos
adversarios de Chomsky usan el cliché de que son
equivalentes. Eso es un grave error.
Para
comenzar, la competencia es por completo individual, mientras la lengua es
enteramente social, como señaló Saussure en su famoso Curso de Lingüística General.4 Pero hay algo que es incluso más importante. La
suma completa de los enunciados de todos los hablantes (todos ellos, lo que
Saussure llamaba la “masa”) contiene la lengua;
en cambio, la colección exhaustiva de todos y cada uno de los enunciados de un
individuo (toda su actuación) instancia solo una fracción de
su competencia. De hecho, Chomsky tiene una noción propia de lengua:
un conjunto infinito de oraciones (y la competencia es precisamente la
capacidad para generarlo), que tampoco coincide con la lengua saussureana.
Por
otra parte, la actuación es un proceso mental e
innato, igual que la competencia, y se considera que es mucho más uniforme que
la competencia (los procesos de actuación son esencialmente los mismos en todos los
individuos); de hecho, en el Programa minimalista,5 el problema central de la sintaxis es cómo hacer para que las arbitrarias
asociaciones de rasgos en el léxico se combinen entre sí de tal manera que el
resultado final pueda ser interpretado adecuadamente por los sistemas mentales
de actuación, que son el sistema articulatorio-perceptual y el
sistema conceptual-intencional; es decir, la tarea de la sintaxis es neutralizar la diferencia entre los léxicos
(gracias a la sintaxis, los sistemas de actuación de
todos los individuos reciben la misma información). Claramente, esto subraya el
hecho de que la actuación no tiene nada que ver con el habla saussuriana
tampoco (es decir la actuación no es la conducta verbal sino su capacidad).
En
otras palabras, competencia y actuación son dos módulos diferentes de la mente, dos
componentes separados, uno puede existir sin el otro (se puede afectar la
actuación sin afectar la competencia). Lengua y habla,
en cambio, no son independientes: no hay habla sin lengua,
ni viceversa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario