Analogía
Analogía,
del griego αναλογíα (ana -reiteración o comparación- y logos,
razón), significa comparación o relación entre varias razones o conceptos;
comparar o relacionar dos o más seres u objetos, a través de la razón,
señalando características generales y particulares, generando razonamientos
basados en la existencia de semejanzas entre estos, aplicando a uno de ellos
una relación o una propiedad que está claramente establecida en el otro.
En
el aspecto lógico, apunta a la representación que logramos formarnos de la
cosa, como objeto en la conciencia; y, como representación, como objeto lógico
del pensamiento, recibe de este ciertas propiedades como la abstracción, la
universalidad, etc., que permite comparar un objeto con otros, en sus
semejanzas y en sus diferencias.1 Habilidad del pensamiento que,
mediante la observación, la comparación y las conexiones entre cosas diversas
según la presencia de una propiedad, nos permite incorporar datos nuevos
a los conocimientos que hemos adquirido anteriormente, y nos permiten
comprender mejor la información sobre una problemática.
La
analogía permite una forma inductiva de argumentar que asevera que si dos o más entidades
son semejantes en uno o más aspectos, entonces lo más probable es que también
existan entre ellos más semejanzas. Una analogía permite la deducción de un
término desconocido a partir del análisis de la relación que se establece entre
dos términos conocidos.
Uso en distintos campos
Como
posibilidad de argumentación la analogía es fundamental en el desarrollo de las ciencias en la construcción de modelos científicos y argumentos lógicos y matemáticos.
En
la psicología del aprendizaje por experiencia,
la imitación convertida en reglas de conducta supone la confianza inductiva de
que actuando de la misma forma en situaciones análogas se obtendrá el mismo
resultado, si éste es satisfactorio.
En Sociología el proceso de endoculturación consiste en la valoración de
situaciones análogas para establecer la moral y las reglas de conducta en la aceptación de los roles y normas
sociales. La propaganda y la moda explotan enormemente la tendencia a la
imitación generando modelos a los que compararse uno mismo, como garantía del
éxito y la estima social.
La artesanía y la técnica encuentran su fundamento en que,
actuando de la misma forma, en situaciones análogas, siguiendo las mismas
reglas, la acción alcanzará como resultado el fin que se busca.
La lingüística encuentra analogías especiales en el
problema de las variaciones semánticas y variaciones etimológicas,
respecto al uso de las palabras o el sentido del discurso: las figurasretóricas de la comparación, la alegoría y la metáfora son las figuras a las que la analogía
presta su sentido.
En Derecho,
la analogía constituye el fundamento de poder considerar casos semejantes
mediante una cuidadosa comparación. Tal es el fundamento de la jurisprudencia.
En Filosofía la reflexión sobre la analogía como
argumentación ha propuesto, en la filosofía tradicional, dos modos de analogía:
de atribución y de proporcionalidad; siendo utilizados estos argumentos
fundamentalmente en la demostración de la existencia de Dios. La filosofía
actual considera el problema de la analogía ligado a lo lógico y lingüístico y
como fundamentación en laepistemología y filosofía de la ciencia.
El sentido de la analogía a lo largo de la historia
Los
matemáticos antiguos en Mesopotamia y los egipcios utilizaron la analogía en
sus cálculos.2 De hecho la unidad de
medida ya es en sí
misma el establecimiento de una analogía, pues no es otra cosa que establecer
la proporción por comparación de un objeto material
en relación a una cantidad fijada de antemano como unidad.
Los
matemáticos griegos entendieron la analogía como proporción o razón de proporcionalidad en el
sentido en que hoy hablamos de proporciones y razones en matemáticas.3
Fue Platón quien dio a esta noción un carácter de trascendencia que ha llenado páginas en la filosofía y el lenguaje.4
Si
bien Platón introdujo esta noción de analogía comparando la «Idea del Bien» con
el Sol,5 el estudio más detallado de la noción
lógica lo hizo Aristóteles al considerar la analogía del ente.6
Los
escolásticos, ya en la Edad Media, aplicaron la doctrina aristotélica a la
tradición neoplatónica cristiana, deteniéndose en el uso de los términos. San Buenaventura distinguió entre analogía y univocidad3 y los escolásticos posteriores
siguiendo su doctrina distinguieron entre un hablar unívoco y modo de hablar
análogo.3 . Tomás de
Aquino argumentó sobre
la analogía para la demostración de la existencia de Dios como Causa Primera,
Primer Motor de Aristóteles (Esse Subsistens), y la trascendencia de Dios
entendida como Ser-de-esencia, Idea del Bien ,(Esse) según la tradición platónica,
concibiendo a Dios como Ipsum Esse Subsistens, cuyo contenido se predica
analógicamente de los demás entes por participación, entendidos estos comocriaturas.7
En
la medida en que el pensamiento y el lenguaje han ido encontrando la fuente de
su propia fundamentación al margen de la metafísica,
a partir de la Edad Moderna,
la analogía ha ido perdiendo sentido ontológico, acentuándose su sentido e
importancia en cuanto al uso del
lenguaje y su
aplicación lógica en los razonamientos.
La analogía en la creación y modificación del lenguaje
En
Lingüística se llama analogía la acción que determina creaciones del habla conforme a modelos preexistentes.
Así se explican los cambios sufridos por determinadas formas, bajo la
influencia de las semejanzas asociadas en la mente de los hablantes.8
Analogía semántica
La
analogía semántica es un fenómeno que se produce por la tendencia a asociar una
palabra a un significado análogo. Un ejemplo lo constituye el término artístico
"miniatura", que proviene del italiano miniatura y significa
literalmente 'pintura de pequeñas dimensiones, realizada generalmente sobre
vitela u otra superficie delicada', aunque, por etimología popular, ha
generalizado su significado, y hoy día designa cualquier objeto de reducidas
dimensiones.9
Analogía léxica
La
analogía léxica es el fenómeno que se produce por la ayuda de la tendencia a
asociar a cada palabra un sentido determinado. Se denomina también paretimología o atracción paronímica.10Esta
creación de significado se manifiesta, en general, o bien por trastrueque
semántico o bien por adaptación fonética de la palabra.11 Es el recurso más común en la
etimología popular. Así, por ejemplo, Sebastián de Covarrubias: …
Díjose albufera, según algunos, de bufido, porque con el soplo del recio viento
en la mar arroja de sí con ímpetu el agua y la echa fuera de los límites
ordinarios de sus riberas;...12
La analogía en el uso del lenguaje
El
uso concreto del lenguaje produce en el significado de las palabras o en el
sentido del discurso en su referencia a la realidad, problemas de muy diversa
índole. En el tema que nos ocupa ponemos la atención en que la misma palabra o
discurso puede adquirir diversos significados o sentidos según un uso
determinado.
Se
hacen necesarias varias distinciones:
Univocidad, equivocidad y anfibología
Hay univocidad cuando la palabra o el discurso tienen
un significado determinado en su referencia a la realidad y el uso concreto que
se hace del lenguaje, responde a dicho significado.
La
palabra mesa, usada unívocamente, viene a significar lo que todos entendemos
como tal. Pero por analogía hablamos de una mesa de negociación o una mesa
redonda o mesa
petitoria, donde el significante mantiene su significado propio pero como soporte del adjetivo
que realmente aporta el sentido de la expresión.
En
cambio en el equívoco y la anfibología de la palabra o expresión referente a
una "presa" solamente por el contexto podremos establecer si se
refiere a una mujer en la cárcel, al objeto de una cacería o a un embalse de
agua. Cuando alguien está sujeto, “apresado” o condicionado por determinadas
cosas o circunstancias hace un uso del lenguaje cuyo sentido depende de dichas
condiciones o circunstancias. Se juega con la equivocidad que ofrece la
analogía de palabras, y la anfibología de las expresiones y situaciones de
forma retórica,
sin necesidad de mentir o decir falsedad plena.
El
discurso de un político en vísperas de elecciones adquiere un sentido
“electoralista” y fuera de ese contexto no tiene el mismo sentido. Ocurre lo
mismo con el uso del lenguaje en lapropaganda.
El
discurso de la ciencia pretende tener una referencia unívoca
mediante un proceso de formalización del lenguaje, para evitar toda
equivocidad.
La
equivocidad y la anfibología es el recurso retórico de la ironía y el “doble sentido”,
así como del chiste.
¿Cómo quieres que vaya de noche a verte, si el
perro de tu padre sale a morderme?
Analogía propiamente dicha
Es
cuando la palabra o el discurso en sí es unívoco pero es usado de tal manera
que, conservando el significado propio, en el uso análogo adquiere un significado o sentido
figurado en relación
con el significado propio como término de comparación. En las analogías se
conserva el sentido, la relación de significantes,
no los significados.
Homología
Se
produce homología cuando dos cosas o casos diferentes, aún siendo
estructuralmente semejantes poseen funciones diferentes.
Por
ejemplo los brazos de una persona son homólogos a las aletas de una ballena, la
estructura (significante) es esencialmente la misma pero la función
(significado) cambia. En geometría las figuras “semejantes” son homólogas, porque poseen una forma o
estructura semejante. En las homologías la forma o estructura es lo que
permanece semejante mientras que cambia el sentido, o sea, la relación entre
los significantes. La esfera y el balón de fútbol, que algunos llegan a
denominar «el esférico».
Comparación
Se
habla de simile cuando el lenguaje expresa
directamente una comparación entre dos objetos o situaciones reales.
El
narrador resalta retóricamente la fuerza de una hormiga llevando una hojita al
hormiguero diciendo: «es como si arrastrara hacia su casa un objeto de 150 kg»,
dando a entender que es similar al esfuerzo que haría un hombre para mover ese
peso.
ejemplo
pintor es a pincel como maestro es a alumno
Alegoría
Cuando
la comparación se prolonga a lo largo del discurso hablando del término
comparado en vez de hablar del propio objeto de referencia real, entonces el
recurso lingüístico recibe el nombre de alegoría.
Las parábolas del
Evangelio o las fábulas son el ejemplo más propio de lo que es
una alegoría. El cuento de Pinocho es una alegoría de lo que no debe hacer un
niño, «mentir». Los niños tienen que «decir siempre la verdad», so pena de
recibir un castigo. El mensaje se hace más patente al niño a través del cuento
que la mera transmisión del mensaje "no mientas".
Ciertas
alegorías retóricas se plasman en imágenes que aportan un sentido intermedio
entre el símbolo y la alegoría como por ejemplo la representación de
la Balanza sostenida por una mujer con los ojos tapados en representación de la
Justicia; o Cupido tirando flechas con los ojos tapados.
La metáfora
Se
habla metafóricamente cuando el discurso toma como objeto
directamente el término de comparación, omitiendo la referencia al término
comparado. Si el amante le dice a la amada: «eres la luz de mi vida», es
evidente que no le está comparando con una «linterna»; en todo caso sería con
el «sol» en un sentido figurado; lo que está diciendo
en realidad es que: «así como la luz (del sol) es esencial para la vida, tú
eres para mí tan esencial como la luz (del sol) y sin ti no puedo vivir».
La analogía en el aprendizaje de la conducta y la técnica
El
aprendizaje consiste en la consolidación de una pauta o esquema de conducta según un contexto ambiental de estímulo en la psicología de un individuo.
El
éxito de la conducta como respuesta psicológica respecto a la situación de
estímulo que la provocó sirve de justificación de la consolidación de la
respuesta.
En
otras palabras, la repetición de la pauta de conducta es el supuesto analógico
de que: siempre que se de el mismo contexto o situación de estímulo, la
respuesta volverá a ser satisfactoria.
Por
su parte la técnica consiste en una conducta sujeta a determinadas "normas
culturales" establecidas como forma de actuar en orden a alcanzar un
determinado fin. Cuando esas normas vienen dictadas por la costumbre, hablamos
de artesanía;
cuando el fundamento de las normas están determinadas por el conocimiento
científico hablamos de ingenierías o simplemente de técnica.
El
supuesto analógico que justifica tanto la costumbre como la técnica es: siempre
que pretendas alcanzar tal fin, actuar conforme a estas normas es garantía de
alcanzarlo.
La analogía en la argumentación
La
analogía no pasaría de ser un figura literaria o expresiva, retórica,
si no fuera porque a la sombra de esta capacidad de comparación del
entendimiento se han forjado los argumentos analógicos. De hecho, el
razonamiento analógico -que es su mayor aplicación- es un procedimiento a
posteriori, que consiste en pasar de lo conocido a lo desconocido, de los
efectos manifiestos a las causas que se nos esconden.13
No
cabe duda de que en la literatura y el arte tales argumentos ofrecen una
riqueza expresiva enorme. En la vida diaria continuamente practicamos tales
razonamientos. Tales argumentos, como argumentos inductivos de conclusión
probable y retórica no tienen inconveniente alguno. Nos acercan al posible
conocimiento de la verdad lo mismo que cualquier razonamiento científico.
La ciencia conforme a métodos claramente
determinados utiliza esos argumentos, siendo de especial relevancia el método
de reducción al absurdo en matemáticas y lógica14 y, sobre todo, en la construcción de modelos lógico-formales
y científicos, bien sean teóricos o materiales.15
En
la técnica se usa el modelo material a escala como representación reducida de
una realidad a fin de poder estudiar su comportamiento, considerando que la
realidad conservará análogamente las mismas propiedades que el modelo.
De
especial trascendencia es el modelo
político y el modelo económico que adopta una sociedad para
justificar sus estructuras sociales y de poder.
Son
formas argumentales basadas en la analogía:
Interpolación
Consiste
en determinar cada una de las variables de las formas en las que se pueden
reproducir y cómo afectan al resultado. Pero no sólo basándose en su relación
estadística sino también en su causalidad.
Esto constituye las reglas que se utilizan para llegar a una nueva conclusión,
siempre de forma aproximada. Es decir, se considera todas las situaciones
posibles y sus repercusiones y las interpolamos a la nueva situación por
analogía oinducción.
Extrapolación[
Consiste
en suponer que el curso de los acontecimientos continuará en el futuro,
convirtiéndose en reglas que se utilizarán para llegar a una nueva conclusión.
Es decir, se afirma a ciencia cierta que existen unos axiomas y éstos son
extrapolables a la nueva situación.
La
base para una extrapolación será el conocimiento sobre el reciente desarrollo
del fenómeno. Se precisa al menos dos observaciones secuenciales hechas en
puntos conocidos en el tiempo. Las observaciones son habitualmente registradas
como variables cuantitativas, medidas en algún tipo de escala. El material
consiste en una serie cronológica. No obstante, nada impide extrapolar
tendencias que se describan enteramente en términos cualitativos.
Utilizado
para buscar la solución a un problema (lógica) o de enseñar la misma
(pedagogía), lo convierte en una herramienta muy utilizada en el marco
profesional y de enseñanza. Esta vía no excluye necesariamente el método de
interpolación y mucho menos pueden considerarse como únicas.
Reducción a lo absurdo
Es
usado para demostrar la validez de proposiciones categóricas; se parte por suponer como hipotética la negación o falsedad
de la tesis de la proposición a demostrar, y mediante unaconcatenación de inferencias lógicas válidas se pretende derivar una contradicción lógica, un absurdo;
de derivarse una contradicción, se concluye que la hipótesis de partida (la
negación de la original) ha de ser falsa, y la original es verdadera y la proposición
o argumento es válido.
A
este método también se le conoce como prueba por contradicción o prueba ad
absurdum. Parte de la base es el cumplimiento del principio de exclusión de intermedios:
una proposición que no puede ser falsa necesariamente es verdadera.
La modelización
En
la técnica se usa el modelo a escala como representación reducida de una
realidad a fin de poder estudiar su comportamiento, considerando que la
realidad conservará análogamente las mismas propiedades que el modelo.
Más
importancia para la ciencia tienen los modelos teóricos, en especial los modelos matemáticos, sobre todo a partir de la
informática que hace posible el cálculo numérico.
De
especial trascendencia es el modelo
político y el modelo económico que adopta una sociedad para justificar sus estructuras sociales y de poder.
La reflexión filosófica sobre la analogía
La filosofía tradicional
La
llamada filosofía tradicional en occidente,16 ha concebido la analogía sobre todo en
orden a justificar el conocimiento de la realidad que está más allá de la
experiencia del mundo, laMetafísica, y es usada de manera especial en el cristianismo,
para la demostración de la existencia de Dios.
Para
ello consideraban el argumento basado en la analogía concebida de dos
formas:
Como analogía de proporción
Como analogía de atribución
Analogía de proporcionalidad
En
la famosa «Alegoría de la Caverna»17 Platón compara el mundo material a un
mundo de sombras que surge a partir de la luz del Sol, fuente de todo, y que da origen a
la realidad material ysensible iluminando las ideas. Los entes materiales son las sombras que los
hombres, prisioneros en el mundo material, solamente pueden contemplar como
sombras de las ideas proyectadas en la pared de la caverna, siendo ellos
mismos, en cuanto seres materiales, (cuerpo material en oposición a la forma
como alma) meras sombras
transitorias en este mundo. El alma, en cuanto es capaz de liberarse de lo
sensible y material puede llegar a contemplar la verdadera realidad de las
ideas. De esta forma:
Este mundo en su imperfección nos remite al mundo
de las ideas en su perfección
El ser mudable y material nos remite al Ser
inmutable de las ideas y, en último término, al Ser Eterno y Perfecto que es la
Idea del Bien
El
conocimiento consiste en reconocer, recordar y contemplar en las cosas
sensibles de este mundo las ideas como verdadera realidad. El alma pertenece al
mundo de las ideas, las ha contemplado en una vida anterior; la vida en este
mundo material no es más que un proceso de purificación necesaria para que, a través
de la Filosofía el alma racional a través del hombre, pueda liberarse
definitivamente de lo material volviendo a su lugar natural en el mundo de las
ideas. Mientras eso no se cumpla será juzgada y tendrá que ir reencarnándose
sucesivamente en los diversos seres del mundo.
Los
cristianos encontraron en esta filosofía platónica la principal fuente de
inspiración para la justificación filosófica de su Religión: un concepto de
Dios Único, frente al politeísmo. Un mundo que está hecho según unas ideas, una
Providencia de Dios, un plan Creador. Un juicio que premia a los buenos y
castiga a los malos. Y un mundo material que impide o dificulta al alma,
encarnada en la materia del cuerpo elevarse al mundo de las ideas y en
definitiva a Dios, si bien los cristianos sólo aceptan la existencia del alma
humana como espíritu que trasciende la materia.18
En
definitiva, la analogía se convierte en la forma en la que el entendimiento
humano, la razón o el alma humana, comprende la verdadera realidad y asciende
por medio de las ideas, la fe en el caso de los cristianos, al
conocimiento de la Verdad, y el conocimiento del Dios Verdadero, del que por
analogía de las perfecciones limitadas del mundo podemos predicar sus atributos
como Perfección Absoluta.
Si hay
sustancias como unidad de ser es porque Dios es el Ser Absoluto, Unidad Absoluta.
Si hay
cosas buenas es porque Dios es La Bondad Absoluta.
Si hay
verdades es porque Dios es la Verdad Absoluta.
Si hay
belleza es porque Dios es la Belleza Absoluta.
Analogía de Atribución
Hasta
la reintroducción del pensamiento aristotélico por los árabes,19 el platonismo fue la filosofía que
inspiró al cristianismo.
Aristóteles habla del uso de los términos y aplica
al ente un uso analógico.20
El
ejemplo de Aristóteles: Cuerpo sano, orina sana, alimento sano y medicina sana.
La
salud propiamente dicha únicamente se predica de un cuerpo sano. Y por
comparación con un cuerpo sano decímos que:
La orina es sana en tanto que manifiesta la
salud del cuerpo
La medicina es sana en tanto que recupera la
salud del cuerpo
El alimento es sano en tanto que mantiene la
salud del cuerpo.
En
todos estos casos la predicación se hace con referencia a una realidad y con
referencia a ella se aplica a todas las demás.
No
tiene el mismo sentido el verbo Ser en
cada una de las siguientes expresiones:
Este es Pedro
Pedro es un hombre
Pedro es simpático
Pedro es (está) sentado
referidas
todas a un mismo sujeto.
En
el primer caso hablamos del ser de Pedro directamente, en su existencia que se
nos manifiesta aquí y ahora, en el mundo de mi propia existencia, designándole
como realidad. En el segundo explicamos cómo entendemos lo que es Pedro. En el
tercero afirmamos una cualidad propia del Pedro que conocemos. En el cuarto
indicamos un modo de ser en un momento dado del Pedro que conocemos.
Ser también es usado con referencia a los
objetos posibles,
aún cuando no existiera ninguno. Así por ejemplo cuando decímos: "Un nieto
es el hijo de un hijo con respecto al padre del primero". Hemos definido
un ser posible lo mismo que “Pegaso es un caballo con alas”.21
Ser también tiene sentido de pasado o
futuro: Napoleón fue emperador
de Francia. - Si actuamos correctamente el mundo será mejor.
En
el caso de la orina, la medicina o el alimento, la atribución del predicado es
meramente una relación extrínseca a partir de la relación accidental con el cuerpo.
En
el caso de Pedro la atribución de esos predicados es relación
intrínseca puesto que atañe a las notas propias que constituyen a Pedro como
tal.
¿Cuál
es el sentido propio del verbo ser?
Para
Aristóteles no cabe la menor duda: Pedro y el cuerpo concreto que existe y que
está sano aquí y ahora. Es lo que Aristóteles llama la sustancia
primera.
La
sustancia primera es lo que verdaderamente existe, (es) y todo lo demás
existe (es) en función de y
para la sustancia.
La
sustancia es aquello que únicamente puede realizar la función de sujeto de
la oración y nunca de predicado o atributo de otra cosa. Es decir:
Pedro, Juan, este gato, esta piedra, etc. La única determinación posible en el
lenguaje es nombrar por medio de un nombre
Propio. A falta de nombre propio, que solo concedemos a algunos seres,
la única posibilidad es señalar con el dedo: “Esto”.22
La
comprensión lógica de lo que es “Esto”, se hace necesariamente a través de los
sucesivos predicados que se expresan mediante conceptos universales. Pedro es un hombre
– Esto es un gato – Esto es una piedra.
Sobre
los diversos predicados y modos de predicación que puede tener la sustancia
véase: categorías y predicables.
Para
Aristóteles (para la «filosofía tradicional» solamente en cuanto al
conocimiento), el ser se
manifiesta como tal en la existencia de sustancias
primeras, es decir, los entes propiamente dichos. Todo lo demás, cualidades, tiempos, modos,
y relaciones, los llamados accidentes, existen como formas
referidas a una sustancia real, y se expresan como predicados de la sustancia
primera mediante conceptos universales.
Los
conceptos universales surgen a partir del conocimiento de la experiencia
mediante un proceso de abstracción que permite al «entendimiento agente» intuir la esencia de las cosas. Por eso la atribución
analógica de los predicados tiene en este modo de pensamiento pleno sentido de
ser, de realidad, aunque sea en sentido analógico.
De
esta forma la afirmación en un juicio de términos manifiesta una verdad plena de sentido de ser verdadero como verdad ontológica, con sentido metafísico
La analogía cristiana
Los
cristianos encontraron en la filosofía platónica la principal fuente de
inspiración en la justificación filosófica de su Religión: un concepto de Dios
Único, frente al politeísmo. Un mundo que está hecho según unas ideas, según la
Providencia de Dios, es decir, un plan Creador. Un juicio que premia a los
buenos y castiga a los malos. Y un mundo material que impide o dificulta al
alma, encarnada en la materia del cuerpo elevarse al mundo de las ideas y en
definitiva a Dios, si bien los cristianos sólo aceptan la existencia del alma
humana como espíritu que trasciende la materia.23
En
definitiva, la analogía se convierte en la forma en la que el entendimiento
humano, la razón o el alma humana, comprende la verdadera realidad y asciende
por medio de las ideas, la fe en el caso de los cristianos, al
conocimiento de la Verdad, y el conocimiento del Dios Verdadero, del que por
analogía de las perfecciones limitadas del mundo podemos predicar sus atributos
como Perfección Absoluta.
Si hay sustancias
como unidad de ser es porque Dios es el Ser Absoluto, Unidad Absoluta.
Si hay cosas buenas
es porque Dios es La Bondad Absoluta.
Si hay verdades es
porque Dios es la Verdad Absoluta.
Si hay belleza es porque
Dios es la Belleza Absoluta.
Hasta
la reintroducción del pensamiento aristotélico por los árabes,24 el platonismo fue la filosofía que
inspiró al cristianismo.25
El
Primer Motor de Aristóteles no tiene nada que ver con la «Sustancia Divina»,
pero es fácil comprender que los escolásticos lo acabaran entendiendo como
«Causa Primera» que, unida a la Idea del Bien platónico, se identificara con el
Dios Creador que postula su fe religiosa.
Esto
es lo que hizo genialmente Santo Tomás distinguiendo dos modos de realidad:La
realidad esencial del ser-posible como ente inteligible: una esencia como potencia de existir26
La existencia del ente como realidad concreta
de dicha esencia: realidad existente en el mundo, como sustancia, cuya existencia depende de la sucesión de las causas
del movimiento queindividualiza en
la materia la esencia que, como idea y concepto intuido por el entendimiento,
es universal.
Santo Tomás unió las dos analogías, de
proporcionalidad y de atribución, en un IPSUM ESSE SUBSISTENS, Dios creador,
Causa Primera, Ser Perfecto, fuente de todo ser, que ha sido la base de la
filosofía cristiana y escolástica a partir de entonces, en la llamada filosofía
«aristotélico-tomista», representada hoy por el Neoescolasticismo.
El Padre Suárez y los escolásticos modernos, así como
los racionalistas supieron ver que el principio de
causalidad no era suficiente para la afirmación de una Causa primera; pero
junto con el Principio de razón suficiente, según su
interpretación, permite llegar a dicha conclusión metafísica.
El
problema surge cuando en la Edad Moderna el punto de partida del conocimiento
no es ya el mundo como realidad dada, sino que el punto de partida, a partir de Descartes es la propia conciencia y el sujeto
que conoce.
El
concepto mismo de sustancia se pone en cuestión, lo mismo que el proceso
cognitivo por el que llegamos a la elaboración de los conceptos universales.
La filosofía moderna
La
reflexión filosófica sobre el conocimiento cambia completamente de sentido
cuando Descartes enuncia su principio indubitable de
“pienso, luego existo”. Ahora el objeto de reflexión sobre el conocimiento ya
no es el ser de un objeto que se nos da en la experiencia del mundo sino el ser
que nos aparece en nuestra conciencia,
que él llamó idea en un sentido completamente diferente
a como hasta entonces se había entendido dicho concepto, el sentido platónico.
Ahora la idea es un contenido de conciencia y por tanto es algo cuyo ser se
manifiesta en el pensamiento subjetivo del sujeto que piensa.
Los
conceptos dejan de ser una intuición objetiva del entendimiento y son meros
contenidos de conciencia. El mundo exterior se convierte en problemático en el solipsismo.
Los racionalistas,
como Descartes, Malebranche, Leibniz, Pascal, Wolff,
etc. restauran la existencia de Dios y la metafísica mediante las ideas innatas; Spinoza,
llevando la noción de sustancia y necesidad lógica al límite de su contenido,
establece un monismo panteísta.
Los empiristas en cambio, Locke,
no admiten más fuente de conocimiento que la experiencia y por tanto los
conceptos, las ideas, no son más que elaboraciones del entendimiento para
ajustar la conducta a la propia experiencia. La sustancia no es más que una idea
compleja que no representa
una ´realidad en sí, sino un
“ramillete de percepciones”. Berkeley incluso llegará a postular la ontología de la realidad como percepción divina Esse
est percipi: Ser (existir) es ser percibido.
No
es posible la metafísica,
y la ciencia no es más que una expectativa hipotética y analógica basada en la experiencia
pasada, concluirá Hume.
La analogía de la experiencia
Kant, ante la postura del
empirismo extremo de Hume que niega la posibilidad de una ciencia necesaria,
pretenderá justificar la ciencia que se muestra en la Física de Newton como un éxito incuestionable.28 29
Kant
encuentra el fundamento de la ciencia en las llamadas Analogías de la
experiencia y los postulados del pensar empírico:
LAS ANALOGÍAS DE LA
EXPERIENCIA
|
LOS POSTULADOS DEL PENSAR
EMPÍRICO
|
Permanencia de la
sustancia a través del cambio
|
Lo que concuerda con las
condiciones formales de la experiencia es posible
|
Ley de causa-efecto como
reguladora del cambio
|
Lo que está en
interdependencia con las condiciones materiales de la experiencia es real
|
La simultaneidad implica
acción recíproca (en las sustancias)
|
Lo determinado por las
condiciones universales de la experiencia es necesario
|
Ahora
bien, todo esto es referente al mundo fenoménico, lo que constituye el Mundo de
las percepciones que se dan en la conciencia, pero el acceso a la realidad en sí como noúmeno no es posible mediante el conocimiento
y por tanto la Metafísica no es posible como ciencia.
Sólo
podemos llegar a la representación de Dios mediante un postulado de la Razón
Práctica.
La analogía en la filosofía actual
John Stuart
Mill30 considera que la analogía es como un argumento inductivo pero sin ser inducción completa, y
añade “pero no hay palabra que se use más vagamente, o con una gran variedad de
acepciones”.
No
obstante acepta el argumento analógico, siempre y cuando se den ciertas
condiciones; no solamente tener en cuenta las semejanzas, sino también las
diferencias considerando las relaciones entre ambas en un conocimiento
suficientemente extenso.
Solo
se puede admitir el argumento analógico en la medida en que las semejanzas son
grandes y las diferencias muy pequeñas, lo que, en realidad, convierte a dicho
argumento analógico en un argumento inductivo.
Ernst Mach considera la analogía como una
relación entre sistemas de elementos homólogos que pueden dar lugar a
diferencias y semejanzas, en la medida en que dichas relaciones pueden
establecerse y medirse.
En
cualquier caso tanto para Stuart Mill como para Mach el argumento analógico
como inducción siempre va de lo particular a lo particular y no puede pasar de
ser un argumento probable.
Por
lo tanto la problemática del argumento analógico reside en que podamos inferir algo no perceptible, partiendo de lo
mundano y perceptible en la experiencia, y conforme a un sistema
formallógico.
Tal
ha sido la preocupación de Jozef
Bochenski que
interpreta la analogía tomista de la forma siguiente:
La
expresión a significa en el
lenguaje l el contenido f del objeto x
Simbólicamente:
S(a,l,f,x) llamado complejo
semántico, siendo el contenido f lo
equivalente a la ratio o proporcionalidad tomista y x una cosa individual.
Bochenski
establece la tabla de relaciones posibles entre dos complejos semánticos (16
relaciones) y lo compara con lo que Russell y Whitehead en sus Principia Mathematica llamaron
'ambigüedad sistemática, considerando
que ambas situaciones venían a ser el equivalente de la analogía tradicional.
La
analogía para Bochenski es pues: “Una relación entre: dos expresiones (nombres
o términos), un lenguaje, dos contenidos (sentidos) y dos cosas (objetos),
teniendo los nombres la misma forma y siendo las cosas diferentes.
La
dificultad que representa la formalización es que, frente a la lógica
tradicional, ahora hay que usar expresiones de expresiones, o símbolos de símbolos, lo que definitivamente conlleva que la analogía es un género de expresiones equívocas.
En
definitiva: la analogía es analógica.
Considerar
que la idea de padre pueda ser aplicada como argumento lógico a la idea de
principio solo sería posible en la medida en que pudiéramos encontrar una formalización que superara el hecho de que, mientras
el concepto de principio es transitivo, (un principio puede generar otro
principio), el padre es intransitivo, (un padre engendra a un hijo) no otro
padre.
Para
Bochenski las lógicas trascendentales, históricas, etc. no tienen sentido. Por
el contrario la lógica formal, con todas sus sutilezas, proporcionan más
enseñanzas que las construcciones metafísicas grandiosas.
García Bacca,31 sin embargo, considera la analogía
entre un ser que tiende hacia la "entificación" y un ser que tiende
hacia la Nada "Aniquilación". El hombre es una potencia de
trascendentalidad como Metafísica Natural o espontánea en la medida en que tiende
hacia la trascendentalización pero ésta no es una teorízación
especulativa sino una acción transformadora del mundo.
Respecto
a la aplicación de la analogía surgen propuestas interesantes y novedosas de la
mano de la Semiótica y la Hermenéutica.32
Hilary Putnam realiza una muy interesante crítica y
valoración de la analogía como inducción y método.33
La esperanza de tener un método
formal, capaz de ser aislado a partir de nuestros juicios sobre la naturaleza
del mundo, parece haberse frustrado. Y si ensanchamos la noción de un método de
manera que una formalización de la psicología completa de un ser humano
idealmente racional cuente como un "método", no hay razón para pensar
que un "método" en este sentido deba ser independiente de los juicios
del ser humano sobre metafísica, estética o cualquiera otra cosa. Después de
todo, la única razón para creer que el método científico no tendría
presupuestos éticos (o metafísicos) era que se suponía que era un método formal.
Sin
embargo el desarrollo de la ciencia,
gracias a la informática,
ha hecho posible la construcción de modelos formales de lógicas polivalentes,
así como la construcción de modelos complejos
gracias al cálculo numérico, y coloca la analogía en el
centro de la fundamentación del método científico y de la epistemología en la consideración semiótica y hermenéutica del conocimientocomo
esencialmente interpretativo.34
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